Reparación de cardán en Granada
El cardán, también conocido como árbol de transmisión, es una pieza clave en la mecánica de vehículos con tracción trasera, total o en ciertos modelos con arquitectura longitudinal. Su función principal es transmitir el par motor desde la caja de cambios hasta el diferencial, permitiendo un movimiento continuo y estable de las ruedas motrices. En la provincia de Granada, la reparación de cardanes se ha vuelto cada vez más frecuente debido al uso intensivo de vehículos comerciales, todoterreno y de reparto. En este contexto, Autoreparaciones Sánchez ofrece un servicio técnico especializado en la evaluación, reparación y equilibrado de sistemas de transmisión.
¿Cómo funciona un cardán?
El cardán está diseñado para adaptarse a las variaciones de ángulo y distancia entre los elementos que transmite el movimiento. Esto lo convierte en una pieza flexible y resistente, aunque su funcionamiento depende del estado de varios componentes internos.
Elementos principales del sistema
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Juntas universales o crucetas: permiten la flexión del eje mientras gira.
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Rodamiento central (si es de doble tramo): sostiene el eje y absorbe vibraciones.
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Flector o disco de goma: en algunos modelos, amortigua impactos y torsiones.
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Deslizadera: compensa el movimiento longitudinal del eje.
Estas piezas están sometidas a altas cargas y giros constantes, por lo que requieren revisiones periódicas y reparación especializada ante el menor síntoma de fallo.
Fallos comunes en cardanes
Detectar a tiempo una avería en el cardán puede evitar daños mayores en la transmisión del vehículo y garantizar una conducción segura. Los síntomas varían en función de la gravedad del problema y del tipo de vehículo.
Vibraciones en carretera
Uno de los signos más habituales de un cardán defectuoso son las vibraciones al circular, especialmente en aceleraciones o a altas velocidades. Suelen deberse a un desequilibrio en el eje, desgaste en las crucetas o deterioro del rodamiento central.
Ruidos metálicos o crujidos
Sonidos como golpes secos, traqueteos o crujidos pueden aparecer al iniciar la marcha, cambiar de velocidad o al subir una pendiente. Esto indica holguras en las uniones o desgaste excesivo en las juntas.
Fugas de grasa o fuelles dañados
La grasa proyectada bajo el vehículo es una clara señal de pérdida de lubricación. Si los fuelles protectores están rotos o resecos, la cruceta trabajará sin engrase, lo que acelerará su fallo.
Juego excesivo en el eje
Cuando hay movimientos anómalos al manipular el eje de transmisión, es probable que exista desgaste en alguna de las uniones, lo que puede comprometer la alineación del conjunto.